Negociando con Francisca García Huidobro

En la Revista Ya del Diario El Mercurio del Martes 10 de Enero de 2012, la Actriz y Conductora de exitosos programas de TV entrega su receta de como negociar. Vale la pena leer el artículo.

Deja muy en claro que para negociar se necesita contar con una alternativa, razón por la cual hay que generarse opciones para lograr el objetivo.

Esta es la entrevista:

El método de Francisca García Huidobro

Construyó un personaje, una imagen, una marca que le ha dado beneficios. Pero aprendió que no podía seguir siendo «la mujer metralleta». Hoy está en un lugar privilegiado en CHV. «Yo trato de pararme como un hombre para negociar», recalca. En lo personal tiene dos secretas intenciones: adoptar un hijo y meterse en política.

Por Natalia Núñez.
Fotografías: Javiera Eyzaguirre. Producción: Rodrigo Farías. Maquillaje y pelo: Ale del sante.
Mientras Francisca García Huidobro (escorpión, soltera, un hijo, actriz, animadora y jurado) despotrica contra la iglesia católica en esta entrevista y confiesa que hay días en que cree en Dios y otros en que no, de fondo -como si fuera una ironía- suenan las campanas de la parroquia Inmaculada Concepción, que queda a escasas cuadras de su departamento. Son las ocho de la tarde del jueves 29 de diciembre -día en que sí cree en Dios porque a su hermano le dieron una muy buena noticia que prefiere reservar, y porque esa mañana leyó el diario y no todo era catastrófico- y Francisca está instalada en la alba terraza de su casa, con una copa de champaña en la mano y un cigarro en la otra, para hacer un balance de lo que ha sido el 2011 para ella. Guardada en un sencillo vestido mini negro, delgada, huesuda, sin más adornos que una pulsera que le regaló su pololo Felipe Assadi, unos pequeños aritos de cristal Swaroski y zapatos de taco con caritas en miniatura que compró en la peluquería Be Cute.

Francisca -la señora de la noche, como se autobautiza un poco en broma- ha construido un personaje, una imagen, una marca que hoy la tiene como la mujer fuerte, la gran diva, de Chilevisión. Pero para llegar a ese lugar recorrió un camino en el que no dejó ningún detalle al azar. Si tiene el pelo corto es por una razón. Si se pone un strapless es por una razón. Si su cheque a fin de mes es abultado es por una razón. Si firmó un millonario contrato con una marca de papas fritas es por una razón. Detrás de ella hay todo un equipo que pone engranajes: una asesora de imagen que diseña su look, un peluquero que visa cada teñido y corte, sus hermanos abogados que le ayudan con los contratos, una coach que le enseña a animar. Y, por supuesto, ella, Francisca, dueña de un sello que pocos tienen en la televisión chilena, que oficia como su propio mánager.

Cuando era actriz negociaba pésimo. Tuve la suerte de que al poco tiempo de que empecé a hacer farándula me llamaron para irme a otros lados. Entonces, uno entiende su valor en el mercado cuando otros te lo ponen, cuando de otro lado te llaman y te dicen «mira, te ofrecemos tanto». Es difícil negociar cuando eres mujer. Yo trato de pararme como un hombre para negociar y que ellos entiendan que el tema no pasa por el sexo, sino por cuánto tú le reditúas a la empresa para la que trabajas.

Francisca se pone seria para explicar su método. Arroja sus dedos con manicura francesa sobre el vidrio de la mesa de centro de su terraza haciendo especies de clasificaciones, separaciones virtuales, para ilustrar cuánto vale: desmenuza cada programa que hace, los ratings que marcan en el people meter, los auspiciadores que tiene cada espacio, lo que paga cada uno de ellos.

-Supongamos que un cinco por ciento de eso es responsabilidad mía. Ya pues, eso valgo.
Dice que nadie le enseñó a negociar y que aprendió a porrazos. Que se llevó una sorpresa cuando la llamaron de Canal 13 y en CHV, para retenerla, le pagaron lo que pedía. Ni un peso menos. Francisca, además, cobra por ir a los programas de otros.
-¿Puedes decir cuánto cobras?
-No.
-¿Por qué?
-Porque es una cachetada para el resto de la gente. Y porque la tele es como el fútbol: los sueldos son demasiado desiguales. Yo gano demasiada más plata que un periodista de «Primer plano».
-¿Qué te parece eso?
-No me gusta. Me da lata. Y la gente entonces dirá: «¿Por qué no dona la mitad de su sueldo a los periodistas de «Primer plano?». No. Pero lo que yo hago es pelear. Ahora, ponte tú, vamos a ir al aire un día primero de enero que es feriado y eso significa que un montón de mis periodistas van a tener que trabajar para el Año Nuevo y me tiene súper choreada el tema. Cuando pelean por algún derecho, estoy con ellos.

Ser un mono porfiado
Francisca García Huidobro, la mayor de tres hermanos de sangre (sus padres se divorciaron cuando ella tenía nueve años), dice que se parece a su mamá, Verónica, que vive en Buenos Aires. La visita seguido. Verónica, dice Francisca, la tuvo en una clínica de Madrid hace treinta y ocho años. Por esas casualidades e ironías de la vida, Francisca pasó su primer mes de vida en un departamento de la calle Chile, del barrio de Salamanca. Su madre Verónica, sigue Francisca, es simpática, extrovertida, regia, la reina de toda fiesta a la que llegue. Aunque no conozca a ninguno de los invitados, ella se roba la película. Siempre. Francisca, en cambio, es más introvertida en una reunión social si no ubica a los asistentes, pero es la reina de la farándula en la televisión de Chile. Y, como tal, ha aprendido a criar piel y coraza para cuando le toque a ella -de nuevo- ser el blanco.
-Nunca estoy caída más de dos minutos. Soy como un mono porfiado.
-¿Has estado en el suelo?
-Quizás sí, pero siempre me levanto. Yo digo «nunca estoy en el suelo» y a veces pago costos súper altos por no estar en el suelo. Pesar 42 kilos, en su momento, fue el costo de no tirarme al suelo, por ejemplo.
Francisca habla de cierta etapa de su vida en la que hizo noticia por su quiebre con Julio César Rodríguez, padre de su hijo. «Si yo me hubiera tirado al suelo con mi fracaso en pareja o con la traición laboral que viví en ese momento de «SQP» no hubiera terminado pesando 42 kilos, como ya te dije. Al contrario, fui a trabajar como siempre, de lunes a viernes, con mi mejor cara y con mi mejor ropa. A mí, en la pega, nadie me va a botar al suelo».

Francisca sabe que es parte de la farándula. Sabe que ella no es muy distinta a Luli porque están metidas en el mismo negocio y viven de eso. Sabe que un día puede estar en el paraíso y otro en el purgatorio. Y que si no es ella, pueden ser sus camaradas. Como lo que le está pasando hoy a su partner Jordi Castell enfrascado en una pelea mediática con el humorista e imitador Stefan Kramer. Francisca y Jordi son amigos íntimos desde hace años, compañeros de carrete, de trabajo.

-Lo que pasa es que yo soy súper amiga de mis amigos. Incluso creo que si Jordi robara un banco, yo igual lo iría a ver a la cárcel y trataría de inventarme en la cabeza una razón por la que lo hizo. Primero que todo, mi defensa será siempre para Jordi. Me ha tocado vivir con él el desagrado y la humillación de Kramer. La imitación que hace él de Jordi es espectacular, vestido y hablando como él ya es gracioso. Entonces, ¿es necesario meterse una botella me pregunto yo? ¿O Kramer cree que los homosexuales se meten botellas? Eso es vulgar, humillante, ordinario, burdo, denigrante.
No está de acuerdo con el criterio del humorista. Y es que el tema de la defensa de la comunidad gay en Chile es una bandera de lucha para Francisca. Por eso es que no se casa. Porque hasta que no haya igualdad para los homosexuales en el país, ella no suscribirá ese contrato.

-No me caso hasta que todos puedan.

No sólo predica sino que practica. A su hijo Joaquín ya le está enseñando que hay distintos tipos de amor y de parejas. Como el pequeño convive y comparte con los amigos de Francisca, muchos de ellos gay, le dice que no existen maneras malas o buenas de amar. Le ha explicado que el amor entre un hombre y una mujer es tan válido como el que se da en dos hombres. Dice que el país que quiere para su hijo no incluye decir «fleto» a un compañero.
Con la intención    de adoptar
Para nadie es un secreto que el gran sueño televisivo de Francisca es tener su propio late show. Lo ha dicho hasta el cansancio por los medios, los ejecutivos de Chilevisión lo saben y sus compañeros igual. Ella se define a sí misma como una gran conversadora y por eso está convencida de que tiene todas las aptitudes que se requieren. Ha tratado de persuadir con la idea, pero no le ha resultado. El tema ya es objeto de chistes para ella y sus compañeros. En cincuenta años más, dice, andará penando por los pasillos de Inés Matte Urrejola vestida con su bata de plush damasco, regalo de Vesna Bocic, diciendo:
-¡Quiero mi late!

Mientras tanto, Francisca está encantada con su programa «Quiero un cambio» donde hacen cirugías plásticas. Dice que ese espacio ha permitido que la gente conozca su lado más amable y humano. Ha sido lo mejor que le pasó el 2011. Eso y el hecho de emparejarse con el arquitecto Felipe Assadi, con quien lleva nueve meses de relación.
-Me encontré a un hombre maravilloso, adulto, resuelto, súper exitoso en lo que hace también.

Le acomoda el estilo de vida que llevan. Un «pololeo puertas afuera» en el que han tenido que programarse con el tema de los horarios: como Francisca trabaja siempre de noche, deben hacer malabares para coordinar todo y poder coincidir. Ya realizaron un viaje de ensueño por la Costa Amalfitana: Capri, Positano, Salerno. Está encantada con cómo se han dado las cosas. Pero ella hace su vida de manera independiente. En sus planes no figura tener más hijos propios, pero sí tiene la intención de adoptar. Siempre que su hijo Joaquín esté de acuerdo.
-Me gustaría que eso fuera algo que hiciéramos juntos. Que él entendiera por qué lo estamos haciendo. Que fuera como una coproducción y no un «hola, te presento a tu nueva hermana».

Va a tratar de hacerlo en Chile aunque sabe que tiene bajas posibilidades por ser mamá soltera y no tener una familia «constituida» en un sentido más tradicional. Por eso baraja la opción de adoptar en Perú, en Bolivia o en Haití.
-Ojalá que se pueda. También estoy súper abierta a que mi hijo me diga: «¿sabes qué, mamá? encuentro que mejor que no». Por eso quiero que él tenga la opción de opinar al respecto porque si yo no le di más hermanos y he construido una familia con él, me parece que lo justo es que lo decidamos juntos.

Lo que no decidirá con él es si está dispuesta a hacer carrera política. Sí, Francisca García Huidobro ha recibido varias ofertas para convertirse en representante ciudadana de algún partido. De hecho, es muy amiga de Ximena Rincón, es prima de la mujer del ministro Luciano Cruz Coke y tiene varios cercanos que pertenecen a ese mundo.
-Sí, me seduce harto. Trato de controlarme porque creo que es algo que debería probar con un par de años más en el cuerpo. Podría ser, pero sería como soy yo. Tienes que venderte a un partido. Tal vez la plataforma de la tele sea suficiente. Pero ¿a nombre de quién voy? ¿Del PPD? ¿De la DC? No pues. Iría a nombre mío nomás y eso es súper difícil. Me costaría un mundo prometer algo sabiendo que para cumplirlo voy a tener que negociar con ochenta y cinco pelotudos. Cuando has trabajado en farándula no puedes estar mejor preparada para estar en política.

«Tuve la suerte de que al poco tiempo de que empecé a hacer farándula me llamaron para irme a otros lados. uno entiende su valor en el mercado cuando otros te lo ponen».

Por Natalia Núñez..