Sergio, un Profesional con una exitosa carrera laboral en el área de ventas y administración general, llegó puntualmente a su sesión de coaching. Era la que se suponía sería la última sesión, dónde lo entrenaríamos para realizar mejores entrevistas y negociar sus remuneraciones.
¿Qué sucedió?
La última vez que Sergio había estado en su sesión de coaching lo habíamos entrenado para construir Redes de Contacto, por lo que esperábamos que en esta oportunidad nos llegaría contando acerca de sus avances.
Las expectativas que teníamos eran altas. Un profesional como Sergio, del área comercial, empático, positivo, con prestancia de Gerente, un profesional exitoso, debería venir con muchas reuniones de networking a su haber, sin embargo Sergio a penas saluda se larga a contar su decepción de este proceso, “que es muy difícil que lo reciban” “que los que uno creía amigos, ya no lo son tanto” “que nadie devuelve las llamadas ni los mails”, y que más encima tiene un problema con su perro Rottweiler…
Sólo sonríe cuando me dice que ya tiene encaminada la solución al problema de su Rottweiler y comienza a explicarme el problema de su perro.
Nos cuenta que hace unos meses hizo una remodelación en el patio de su casa ya que el pasto que tenía en el antejardín estaba en muy mal estado, por lo que pavimentó ciertas áreas, puso unas plantas y cambió el orden en que se encontraba éste. Por esta razón su Rottweiler sintió que le habían cambiado el “escenario” y se arrinconó sólo en su casa en la esquina del patio sin moverse casi nada en todo el día, y más aún, en la noche se dedicaba a ladrar y rasguñar la casa para molestar y llamar la atención de Sergio y su familia.
Según Sergio, el perro tenía esa forma de exteriorizar su rabia por el cambio de escenario que estaba viviendo. El perro había perdido su terreno, ese escenario que le era familiar por años. Para peor de los casos, otro perro que tienen en la casa, un Fox Terrier que antes ni se acercaba al Rottweiler, ahora se acercaba y se atrevía a molestarlo…Al gran Rottweiler le habían perdido el respeto….
Cuando Sergio nos contaba la historia, yo pensaba que me iba a decir que a él le pasaba lo mismo que el Rottweiler, para mí era evidente y pensaba que se trataba de una analogía, pero Sergio no se había dado cuenta que él estaba pasando por el mismo proceso que su perro.
Él, un exitoso Gerente Comercial, de una gran empresa de la III región, había decidido hace un par de meses venirse a Santiago para estar más tiempo con su familia y con ello le cambió absolutamente el escenario. Ahora estaba en Santiago en busca de un nuevo trabajo y ya no tiene las 12 horas del día dedicado a gestionar una empresa, a dar órdenes, a planificar, a medir, etc., es decir a dedicar el día completo a su “Terreno”.
Le cambió el escenario al igual que su Rottweiler. Algunos de los que creía amigos, ahora no le contestan el teléfono y ni siquiera le dan un OK de “lo recibí”, ….similar al FoxTerrier ¿o no?.
Sergio nos cuenta que supo de una empresa que entrena Rottweilers y que luego los arrienda como servicio de guardias para las empresas y casas. Los llevan en la noche a las empresas y después lo van a buscar en la mañana. Sergio le pasó su Rottweiler a la empresa, lo entrenaron y ahora ya forma parte del equipo de guardianes que esa empresa «arrienda». El Rottweiler después de un entrenamiento con un experto ya pudo vender sus servicios y entregar su Oferta de Valor, haciendo lo que mejor sabe hacer – cuidar – y por lo tanto se encuentra muchísimo mejor que antes.
Sergio solucionó el problema del perro y además nos dejó una gran lección. A todos nos pasa que cuando perdemos el trabajo y nos cambian el escenario de un día para otro, parecemos Rottweiler con depresión y no sabemos qué hacer. Pero tenemos que tener presente que una ayuda y entrenamiento para encontrar una nueva forma de entregar nuestra Oferta de Valor, permite encontrar los caminos de solución a esta etapa y nos recuerda que “todo es temporal”, que va a pasar y que entraremos nuevamente a jugar en la próxima etapa.
Finalmente Sergio nos escribe y nos cuenta lo siguiente:
«…hoy la historia tuvo el final mas que feliz, por un lado yo estoy tranquilo y sin remordimientos por no sacarlo de paseo, no darle tiempo para regaloneo y por su lado pude ver que el servicio es muy profesional, hay muchos perros de su raza y lo mejor de todo es que lo acompañaran con una hembra….sencillamente llegada al paraíso quizás es poco…tendrá su pega y por su puesto su espacio para demostrar su grandes cualidades, es increíble el vuelco que tuvo su vida !!!!! Conozco historia de millonarios que si no hubiesen vivido el desaire de la desvinculación no habría pasado nada ….eso espero para mi, mas que Lucas en exceso, una pega grata y que me de dinero y tiempo para disfrutar con la familia……»
¿Quién se hubiese imaginado este final para la historia del Rottweiler? Bueno, es el mismo final de muchos Profesionales que se encuentran en etapas de transición de carrera. Sólo es cosa de tiempo para pasar a otra etapa.
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