Aumento Sueldo

Todavía los hombres ganan hasta un 23% más que ellas en puestos iguales:
Para las mujeres de EE.UU. sigue siendo difícil pedir un aumento de sueldo

Expertos de la Universidad de Harvard dan las claves para enfrentar una negociación salarial.
TARA SIEGEL BERNARD The New York Times

A pesar de que actualmente las mujeres representan la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos, ellas todavía reciben un sueldo considerablemente más bajo que los hombres, y parte de esa diferencia es el resultado de lo que sucede en la mesa de negociaciones salariales.

Eso suponiendo que las mujeres lleguen a esa instancia, puesto que una reciente investigación muestra que hay menos probabilidades de que ellas pidan un aumento.

«Hemos encontrado que si un hombre y una mujer intentan negociar un aumento de sueldo, la gente piensa que una mujer que hace esto, comparada con una que no lo hace, es mucho menos atractiva (en términos laborales)», indica Hannah Riley Bowles, profesora asociada de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard, quien ha realizado numerosos estudios sobre género, negociación y liderazgo. «Mientras que con el hombre, no parece importar».

Por lo tanto, ¿qué hace una mujer si siente que su trabajo merece un aumento? El estudio concluye que las mujeres en EE.UU. deben adoptar un enfoque diferente al de los hombres.

Aunque las mujeres trabajadoras suelen tener mayor educación (en promedio) que los hombres, aquellas que trabajan jornada completa ganan sólo 77 centavos por cada dólar que los hombres reciben al año, de acuerdo con el Instituto para la Investigación de Política Femenina. En 1965, las mujeres ganaban sólo 59 centavos.
Parte de la brecha salarial se puede explicar por el temor a que las mujeres dejen de trabajar para cuidar a los hijos, por ejemplo, de modo que terminan con menos años de experiencia.

Pero la investigación de Riley Bowles y sus colegas concluye que las mujeres trabajadoras pueden cambiar esa situación. Aquí van algunos consejos.

Sea creativa
Si tiene responsabilidades familiares, ayuda el considerar alternativas como los horarios flexibles. «Asegúrese de pensar en la forma más creativa posible para una solución que beneficie a ambas partes», señala Riley Bowles.

Y recuerde que es su responsabilidad sugerir estas soluciones. «Ellos no se van a acercar a usted y le van a decir, ‘Santo Dios, veo que tiene tres hijos ahora. ¿Le gustaría tener los martes libres?’ «, agrega Hogan. «Le corresponde a usted presentar el plan de negocios».

Negociar a la medida
El estudio de Riley Bowles muestra que es más probable que las mujeres tengan éxito si explican por qué su petición es apropiada, pero en términos que también comuniquen que a ellas les interesa mantener buenas relaciones en el trabajo.
«El truco es tratar de hacer ambas cosas al mismo tiempo y en una forma que eso se sienta auténtico y se ajuste a las normas de la compañía», agrega Riley.

Esté preparada
Haga que sus estudios paguen. Una investigación descubrió que los hombres y mujeres que recién habían terminado una maestría negociaban sueldos similares cuando tenían información clara sobre cuánto pedir. Pero en las industrias donde los estándares salariales eran ambiguos, las mujeres aceptaban pagos el 10% más bajos, en promedio, que los hombres.

«Con información ambigua, las mujeres ponen metas menos ambiciosas», señala Riley Bowles, autora del estudio. «Ellas pidieron menos en una negociación y obtuvieron menos».

Negocie en casa
Incluso antes de que empiece a negociar un aumento o un ascenso, considere cómo esto podría afectar su vida en casa. Pero no asuma que una cosa tiene que llegar a expensas de la otra.

Las mujeres trabajadoras suelen tener una carga desproporcionada de labores domésticas, pero los hombres han empezado a asumir más responsabilidades. Trate de reexaminar algunos de estos roles y piense cómo las nuevas divisiones del trabajo doméstico pueden ayudarle.

Anticípese
Trate de prever qué tipo de objeciones puede poner su jefe y piense en cuál podría ser su respuesta. «No hay una forma única en esto», apunta Evelyn Murphy, presidenta de WAGE Project.

Si no tiene éxito, pregúntele a su jefe qué podría hacer para pasar al siguiente nivel en su trabajo. De esa forma, «todavía tiene el control y está siendo constructiva», asegura Murphy. «Si confía en su propio lenguaje y su habilidad para percibir estos potenciales, entonces logrará abrirse paso»